Descripción
Cerdito choricero de cerámica – Una experiencia única en asados que sorprenderá y hará partícipes a tus comensales e invitados.
Artesanía en cocción de chorizos
Explora la tradición culinaria con nuestro cerdito de barro diseñado para asar chorizos a la llama. Este cerdito parrillero, 100% hecho a mano, se convierte en el aliado perfecto para quienes buscan experiencias culinarias auténticas y sabores únicos.
Características destacadas de nuestro cerdito choricero
- Resistente a la llama: Diseñado para soportar la llama del alcohol, garantizando un asado seguro y delicioso.
- Diseño parrillero: Ideal para asar chorizos y otros alimentos a la llama de manera fácil y divertida.
- Tratamiento de vidriado: Cumple con normativas UE, proporcionando brillo y resistencia únicos.
- Dimensiones perfectas: Con medidas de 15 cm de largo, 11 cm de ancho y 13 cm de alto, asegura una experiencia culinaria eficiente y satisfactoria.
Uso en bares y restaurantes
Este cerdito choricero de barro no solo es una joya en la cocina doméstica, sino que también se destaca como un elemento esencial para bares y restaurantes. Su diseño funcional y atractivo agrega un toque especial a la presentación de platos asados, garantizando una experiencia única para los comensales.
Con el cerdito choricero obtendrás una experiencia culinaria auténtica
El cerdito choricero de cerámica no solo es un complemento de menaje, es una expresión de la artesanía tradicional. Cocido al horno dos veces para mayor calidad y durabilidad, este cerdito ofrece una forma única y divertida de asar chorizos y chistorra al infierno, con un toque y sabor incomparables.
Modo de uso del cerdito choricero
- Colócalo frente al comensal y trata de que no se mueva.
- Para un uso más fácil utiliza algodón impregnado en alcohol o cualquier otro líquido comestible inflamable.
- El chorizo o la pieza que quieras asar la tendrás que ensartar en una barilla o palillo de pinchito o brocheta. Es recomendable utilizar uno de acero, pero también te puede valer de madera.
- Enciende el alcohol con cuidado y que el comensal vaya girando el chorizo hasta que quede a su gusto.
Tradicionalmente, se emplea como líquido combustible el alcohol de 96º, aunque también es posible optar por alcohol de uso alimentario, coñac, vodka, ron, whisky, entre otros. Cada opción añadirá una nota distintiva y un sabor único al proceso.
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